Nada que hablar

No hay nada que hablar
Te acercas a mi
miras mi cara en búsqueda de una fisura en el escudo que sostengo ante ti
Yo estoy seguro, ni siquiera tiemblo
No hay nada que hablar
Yo me siento inexorable
Igual te arriesgas y avanzas un poco más
Miro tus ojos grandes, hermosos, enterneces tu mirada y me atas entre tus brazos
Mis entrañas tiemblan, ídem mis ideas
No hay nada que hablar
Por eso intentaste esto
Tu plan surte efecto
Mi máscara se quiebra y replico a tu abrazo
Me besas y aprietas tu cuerpo contra el mío
Al menos por ahora, no hay nada que hablar

Heroes Sardinas

Estación Los Héroes, que buen nombre, sobre todo entre 6 y 8.
El andén dirección San Pablo está repleto de gente.
Llega el metro, no está mejor.
En el altoparlante se escucha "deje bajar antes de subir",
yo agregaría "deje subir antes de subir" pues si quedas frente a la puerta,
no subes, te meten a presión dentro del carro.
Así, aplastado como sardina,
te transformas en un héroe y luego de una batalla campal para salir,
vuelves a ser un ciudadano común y corriente.

Amor propio

Había una princesa. Su padre, que la creía en edad de casarse, llamó a todos los interesados a mostrar sus respetos e intenciones ante él y su hija, de modo de poder seleccionar al más adecuado cónyuge. Varios fueron los interesados: barones, duques e incluso otro príncipes. Todos mostraron lo que podían ofrecer: dinero, títulos, alianzas, entre otros. Pero uno de los interesados, era un hombre común quien sin embargo, llamó la atención de la princesa al decir estas palabras: "Pasaré 100 días bajo su balcón princesa, sin comida ni protección contra el clima. Esta pues, es mi gracia". Se decidió entonces que se probaría al hombre con sus propias palabras, de modo que el joven se instaló, tal cual dijo, bajo el balcón de la princesa. Pasaron los días y la gente del pueblo, encariñada con la causa y nobleza del hombre, le ayudaba dándole comida y agua. Pasaban los días, y la lluvia caía sobre el hombre. De vez en cuando, la princesa se asomaba a mirar al joven que tanto le había atraído. Esto, por supuesto, le daba fuerzas al joven para seguir adelante con su prueba. El tiempo pasó, y al faltar tan sólo unas cuantas horas para terminar los 100 días, el muchacho se puso en pie y abandonó el lugar sin dejar rastro.

Al tiempo, uno de los pequeños niños del pueblo se encontró con dicho fulano viviendo a las afueras de un bosque. Entonces, reconociéndole, comenzó el siguiente dialogo: "Tu eres el joven de los 100 días bajo el balcón ¿por qué dejas así a la princesa?" Él respondió: "No le deje, ella no me merecía". Esto llamó la atención del niño, a lo que el joven explicó: "Pase casi 100 días bajo su balcón, ante la inclemencia del tiempo y del hambre, 100 días y ella no fue capaz de alivianar mi carga ni en una semana, ni en un día, ni siquiera en unas horas... no me merecía".

Historia en un farol

Caminaba por la calle, ya entrada la noche, cuando me encontré con un hombre, agachado cerca de un farol que iluminaba la vereda. Me le acerqué para averiguar que pasaba, pues parecía mirar el suelo en busca de algo.

- Le puedo ayudar???
- No se preocupe, no pasa nada
- Pero parece que busca algo
- La verdad es que tengo un problema, perdí las llaves de la casa
- Si quiere le puedo ayudar.
- Sería usted muy amable

Mientras ayudaba al hombre a buscar, le pregunté si ya había buscado en la zona iluminada por la luz, a lo que el sujeto respondió que sí. Entonces le pregunte por la zona un poco más alejada, la cual no recibía tanta luz. El hombre respondió que no, de modo que decidí buscar entre la oscuridad, haber si encontraba la dichosas llaves. No las encontré, así que volví a donde el hombre y le pregunté si estaba seguro que había perdido las llaves en el lugar, a lo que el contestó: "La verdad es que no estoy seguro de donde las perdí". Mmmm y por qué buscarlas
aquí??, le hice la pregunta en voz alta - "Pues porque aquí hay luz"

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¿No nos pasa eso con frecuencia? ¿buscar lo perdido donde tenemos luz para poder ver? y ¿cuál es el problema aquí? ¿de quién es el problema? ¿es el problema haber perdido las llaves?
Me parece que el problema no es de las llaves :P Me parece que el problema tampoco es del hombre en si mismo, el problema es que el hombre necesita de las llaves para poder entrar a su casa, es decir, el problema está en la forma en la que el hombre se relaciona con las llaves. A veces, para solucionar algunos problemas, tenemos que cambiar la forma en la que nos relacionamos con el mundo exterior.

En fin, intenten no buscar cerca de la luz. En vez de eso, intenten buscar donde las llaves están, es la forma más rápida de encontrarlas. Fuera de eso, piensen ¿y por qué no tener las llaves es un problema? Por último, sean como se ve el hermitaño: tomen la luz en sus manos e iluminen tanto su camino como el de los demás.

Saludos

We Make it Happen

"Lección Nº 2, pupilo: "We make it happen". Si, hacemos que pase. Que qué cosas???? Cosas, en general. Hacemos que pasen cosas. Sólo por el hecho de ser quienes somos, y también por el hecho de no ser quienes no somos. Por las acciones que tomamos y por las que no. Cada acción tiene consecuencias (malas o buenas). Y recuerda, "hacer nada" también es una acción. Así que, como ves, siempre hacemos que pasen cosas. De hecho, esto no es un poder especial, todos - y me refiero a los 144 mil millones - hacemos que pasen. Me dirás entonces, de que me sirve saber esto si en el fondo todos tenemos esta capacidad???. Cierto. Pero hay cosas que nos diferencian. Mientras la gran mayoría sólo hace que sucedan cosas, hay quienes logran hacer pasar las cosas que ellos quieren. ¿Me captas? Lo que ellos quieren. Hablo de que "saben" escoger que acciones tomar para lograr objetivos concretos. Eso es lo que nos diferencia, a ti y mí, de la gran mayoría de los mortales. Pero ojo, aquí viene la trampa. Hacer que pase lo que queramos es un posible camino hacia el orgullo y la autodestrucción. Si, discípulo, todas las monedas tienen dos caras (aunque parezcan las mismas). Al hacer que pase lo que tu quieras puedes pasar a llevar los deseos y la libertad de quienes te rodean (te interesen o no). He ahí el dilema: cuando somos "hábiles" y cuándo somos sólo un tirano. Cuándo hacer que pase y cuándo no. Recuerda entonces: "con grandes poderes, vienen grandes responsabilidades". "

Solo

Él camina entre nosotros, pero no es uno de nosotros. No importa que tanto nos acerquemos a él, siempre estará lejos. Es porque es diferente, aunque no quiere serlo. Es como un águila surcando por el cielo, es como un extraño en una tierra extraña. Si lo ves entre la multitud, bailando y riendo, no te engañes, pues está rodeado de gente y sigue tan sólo como Fuji Yama. Si lo ves sólo es porque está buscando alguien con quien compartir su interior.



"It's only after we've lost everything that we're free to do anything."

Máscaras tras las máscaras

Las máscaras... tantas cosas ocultas tras ellas, tantas mascaras que no percibimos como tales.

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¿Dónde termina la careta y comienza mi alma?
¿Dónde lo que los demás ven y dónde mi yo interno?
Preguntas que ruedan en mi mente, con fuerza otra vez.
¿Por qué la gente tiende a juzgar tus intenciones en base a tus actos?
Como si pudieran ver a través de ellos y llegar directamente a tu conciencia, a lo que buscas, atrapando en el acto ideas sobre quien realmente eres, pero fallando con demasiada frecuencia. No sólo eso, además muchas personas actúan en base a sus deducciones, convencidos de que han encontrado la "verdad" sobre ti.
¿Será que es imposible captar la esencia de alguien? ¿incluso la propia?
La utopía es grande, pero la meta, si es que alguna vez se alcanza, promete... y mucho.


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Tras máscaras nos escondemos, todo el tiempo, y tenemos varias. "Todo el mundo miente, la única pregunta es a cerca de qué". Escondemos cosas todo el tiempo, por diversas razones. En mi humilde opinión, esto no tiene porque ser malo, sobre todo si lo tomamos como parte de la condición humana y si vemos el "mentir" como un término usado en el amplio sentido de la palabra. Además, que todo el mundo mienta, no significa que seamos mitómanos, más bien, es como una herramienta para mantener la distancia.


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Máscaras, máscaras. Evitan que se nos vea tal como somos.
¿No sesgaran también nuestro campo de visión?

Palabras

Dónde las palabras significan algo. Cuándo es que digo "te quiero" y se entiende otra cosa. Cómo es que una palabra tiene algún sentido, si se utilizan palabras para definir palabras. Dónde comienza esta eterna rueda, esta cinta de moebius, este oroboros. Cuál es el primer axioma, de dónde parte todo esto. Y por qué tengo que atarme a los axiomas de los demás, a esas definiciones de bien y mal, moral e inmoral, que tiene la sociedad, si estas definiciones yacen en el dominio del lenguaje, ergo, son parte de la axiomática de nuestro accionar, de nuestra escencias humanas. Cómo romper con toda esta illusión. Cómo...

Volver al 83

Volver al '83, y comenzar todo otra vez. Rehacer el camino y correguir los errores, enderezar el caminar. Volver a aquel día que sin duda cambiaría, y ser yo mismo pero diferente. ¿Porqué arrepentirme de lo que he hecho, de lo que soy? En hacer diferente ya no sería yo. Y si todo es un gran ciclo, quizás haría las mismas cosas. Atrapado en este andar hacia adelante del tiempo, sólo quiero volver al '83.

I can't

Aquel día, nadie podía hablarte. Tu furia era demasiado grande. Y como tampoco decías palabra alguna, no sabíamos que pasaba contigo. Pero yo te amaba, y tenía que ayudarte, esto era algo que no nos detendría, no de nuevo, habíamos trabajado demasiado duro como para echar todo por la borda. Así que saqué un papel, lo cuadre y te hice una flor, de esas que tanto te gustaban. Luego caminé cerca tuyo, intentado parecer casual, y te deje la flor a los pies. El efecto tardó unos segundos en alcanzarte. Tomaste la flor entre tus manos, la miraste por un instante (que me pareció infinito mientras esperaba que dijeras algo) y luego la destrozaste sin más. Recuerdo que fue como si rompieras mi corazón. Decidí tomar otro curso de acción. Me senté a tu lado, sin decir palabra alguna. Y entonces decidiste hablar: "¿Qué quieres?" Me tomé mi tiempo para responderte, mal que mal, habías roto la flor. "¿Crees que esto es el fin?" No respondiste. En cambio, bajase la cabeza y supe que debía abrazarte, que necesitabas imperiosamente un abrazo. Mientras llorabas sobre mi hombro, te dije por primera vez que te amaba y que quería ayudarte, pero para eso, tú tenías que querer ayudarte a ti misma.

Después de ese día muchas cosas cambiaron. Tu te alejaste de mi, en un intento de parecer más fuerte. Siempre quisiste hacerte la dura, la que no necesitaba ayuda. Y aunque yo te amaba, tuve que aceptar que no eras para mi. No podría convivir con alguien que no me hace parte de su vida.

Significados

Lo que significaste para mí, fue más que un par de momentos que guardamos en la memoria, más que las ansias de verte y el agua corriendo hasta mis botas. Más que todas las mañanas que huí del mundo para estar contigo, más que todas las llamadas telefónicas y los consejos que nos dimos. Fue sinceramente, aprender a vivir la vida, encontrar momentos que sólo vemos en películas, oler tu perfume en el aire y saber que venías. Fue tanto como aprender a abrazarte y susurrar a tu oído los planes para la noche, tanto como llegar a tus brazos y sentirme perdido, tanto como besarte y llegar al paraíso. Y tanto fue lo vivido, que sólo lamento haberte perdido.