miércoles, 26 de octubre de 2011

Mediocre

Maldición. Te miro trabajar, te escucho alegar, te miro jugar en el computador, te escucho alegar, te veo tomando café y conversando justo después que dijiste que tenías que trabajar. Escucho tus conatos de razón y me parecen malas escusas. Y así vas. Yo me quiebro el lomo por sacar un trabajo decente, mientras tú te la pasas viendo las moscas volar. A veces me pregunto por qué el chileno promedio tiene esa tendencia inexorable hacia la mediocridad. Esa flojera de hacer las cosas bien. Ese pensar: "entreguemos esto así no más, al final, lo van a revisar 20 veces antes de llegar a la versión final". Esa falta de calidad, esa falta de maestro de Peaceful Warrior, esa elite en todo lo que hacemos, a veces me perturba. Me pregunto como nos verán los demás. Buena gente, simpáticos, pero al final mediocres.

sábado, 18 de junio de 2011

Ideales

Hay gente que vive idealizando: colores políticos, equipos de fútbol, religiones, juegos, de todo. Dependiendo del ámbito de lo idealizado, las personas llevan su ideal por diferentes caminos, de diferente forma y con diferentes intensidades. Hay veces en que algunas de estas personas llegan a extremos: insultos innecesarios, peleas territoriales, negación del prójimo, protestas, entre otros. Y cuando estas acciones vienen desligadas de una conciencia más allá de la propia persona es cuando las cosas -me parece- están mal, porque se cierran en sus ideas y no escuchan razones, lo que los hace incapaces de dialogar y llegar a un acuerdo, a una solución real, práctica, equitativa; o porque protestan -dando entrada a un montón de vándalos que sólo causan destrucción, que no traen solución- en contra de una idea que, según dicen a viva voz, no comparten, que creen que está mal, pero no vienen con propuestas en mano (fácil es decir "esta ley está mal", muy distinto es presentar una propuesta formal, completa, contundente y equitativa que resuelva un problema real tomando en cuenta a todos los involucrados). Y es triste mirarles la cara todos los días, porque muchos creen pelear por algo que vale la pena, pero no parten por cosas mucho más básicas y cotidianas, como respetar al resto de los humanos con los que se topan todos los días en el metro, en la calle, en las micros, en el trabajo.

Ideales: yo no tengo ninguno pero soy feliz.

jueves, 21 de abril de 2011

La pillería

Me detengo en una concurrida esquina del centro de Santiago ante la luz roja del semáforo. Me ubico al límite de la calle mientras la gente comienza a llenar ambos lados del cruce. Y como estamos en Chile y más aun en Santiago, varias personas se detienen más allá de mi, y por tanto, en plena calle. Uno podría pensar: "Bueno, seguro van con apuro". Algunos de ellos incluso cruzan temerariamente entre los autos. Yo, por mi parte, prefiero esperar al peatón verde del semáforo. Y la pillería está ahí. Dan verde y cruzo, sin apuros, y no termina de sorprenderme el hecho de alcanzar a los imprudentes que cruzan sin esperar y entonces me doy cuenta: "No van apurados, es que son Santiaguinos y les encanta actuar con la pillería... si pueden saltarse las reglas y "ganar" algo a cambio lo harán, no importa como se vean las posibles consecuencias que ello tenga". Así somos los chilenos, tenemos por valor el actuar manipulando las cosas y las personas. Que orgulloso me siento.

jueves, 6 de enero de 2011

Aniversario

En un año pasan muchas cosas y es natural pensar que algunas serán buenas y otras malas.
Suele uno aprender con la vida a superar lo malo y disfrutar lo bueno.
Es dificil, sin embargo, aprender a encontrar lo bueno y evitar lo malo.
Hoy se cumple un año y mirar el balance cargado de números azules es tremendo.
Tantas buenas cosas, tan pocas malas.
Espero con los años, seguir encontrando cosas buenas contigo.
Espero con los años, no extrañar el pasado lleno de alegrías por tener un presente cada vez más brillante.
Espero que con el tiempo miremos juntos el camino andado y sepamos que fuimos, somos y seremos felices.