miércoles, 12 de noviembre de 2008

Conclusiones

En cada nuevo encuentro te ves distinta. Es como si tu guardaropas fuera interminable. Hasta tus zapatos cambian cada vez. Un día, un lindo vestido combinado con calzas cortas; otro, el estilo juvenil típico: jeans, solera y un par de chalas. No recuerdo haberte visto dos veces con la misma prenda (me pregunto si...). De lo que si estoy seguro, es que eres la misma siempre: simpática, coqueta, astuta y condenadamente guapa.

No hay comentarios: