lunes, 9 de noviembre de 2009

Aprender a aprender

Nunca fueron demasiado feroces las calles que recorrí en busca de la verdad. Ni demasiado profundos los misterios que tuve que desentrañar. Nada tan complejo he encontrado, que con tiempo y paciencia no se pueda doblegar. Y el en aprender de tanto buscar he encontrado el primer paso -como el mejor: hay que aprender a aprender. Que el temprano entrenamiento permite exiliar de la mente los prejuicios. Esa es la primera llave hacia el conocimiento.
Y de tanto aprender me es insólito encontrar mentes que ven difícil aprender. Aun cuando ni siquiera lo han intentado, que cuelgan velos ante sus ojos, afirmados de prejuicios.
Y así nos dividimos: los que ya aprendimos a aprender y los que no.

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