jueves, 8 de enero de 2009

La conjetura de las alternativas


Heme aquí, frente a dos alternativas disjuntas. Me parecen razonables, agradables. Ambas me seducen, invitándome a seguir adelante. Y pienso: "¿a caso lo merezco?" Sé de antemano que más de uno dirá que sí. El problema, entonces, parece reducirse a la elección. Sin embargo, el no saber de antemano que depara el futuro de cada alternativa complica las cosas, nublando mi razón. Y pienso: "Pero si jamás he conocido el futuro... bueno, casí jamás". ¿Y si quiero seguír ambos caminos? ¿Por qué debo escoger cerrar una de las puertas? Quizás todo esto sea como una ilusión, y en realidad, no puedo, de verdad, escoger, pues estoy atado a todo mi pasado, a toda mis experiencias, las cuales me empujan, inexorablemente, a escoger una de ambas alternativas. ¿Cuál será? Espero que la correcta.



"As you adequately put, the problem is choice. But we already know what you are going to do, don't we? Already, I can see the chain reaction - the chemical precursors that signal the onset of an emotion, designed specifically to overwhelm logic and reason - an emotion that is already blinding you from the simple and obvious truth."

5 comentarios:

Sandman dijo...

En la espesura del bosque, mi mano se extiende temblorosa.

Una rana me observa.

¿Dónde estás? Ni tú mismo lo sabes. Venías bastante bien. Pero algo ocurrió en el camino y ahora estás extraviado. O te faltó fuerza o te faltó sabiduría. Y ahora estás extraviado. ¿Volverás? Antes de retornar al origen debes preguntarte por qué es necesario hacerlo. Tal vez es allí donde querías llegar y no te habías percatado de ello. O tal vez te convenga más seguir avanzando y dejar tu hogar atrás.

Pero si deseas retomar la senda, debes desandar tus pasos.

Piensa bien. ¿Adónde querías llegar?

¿Qué montaña estabas subiendo? Tú lo tienes claro, o al menos alguna vez lo tuviste. Recuerda ese momento de luz y reemprende el camino. Probablemente, debas retornar al origen antes de seguir. No te pierdas de nuevo.

Puedes no encontrar siquiera una amiga de ojos grandes.

Sandman dijo...

Estás perdido. Has decido regresar a tu camino original. ¿Qué hacer? Primero que nada, no debes desesperar. No has desaparecido del espacio. Simplemente no estás donde querrías, eso es todo. Mirado así es menos angustiante.
Oriéntate. ¿Por dónde sale el Sol? ¿Por dónde se esconde? Ya tienes algo claro, tu Norte al menos. Mira al Cielo. ¿Dónde se haya el Arquero Celeste? ¿Dónde la Cruz del Sur?

Reconstruye mentalmente el camino andado. ¿En qué punto exacto dejaste tu camino original? No estás solo. Hay hermanos contigo. Recurre a ellos por ayuda, que de seguro responderán.

Si es de noche, te aconsejo no moverte. No sabes qué encontrarás en el boque. Tal vez hallarás Guardianes, pero es seguro que bruijas saldrán a tu paso también. Espera a que el Sol salga y camina de día. Raciona tus alimentos, el agua, tu aliento y tus latidos. Puedes demorarte algún tiempo en regresar. Si es invierno y está todo nevado debes ser más cuidadoso todavía. El paisaje es más homogéneo, el camino más difícil de reconocer. Cuidate del frío, abriga especialmente tus pies. Si has llegado demasiado lejos, tendrás que esperar los deshielos primaverales para regresar. Mientras tanto, esfuérzate en dejar señales que otros hermanos puedan reconocer. Si quieres ayuda, si quieres ser visto debes hacerlo notar. Si estás verdaderamente perdido, encerrarte en nada ayudará.

Pero por sobre todo no te rindas no te dejes estar, no te sientes. Si lo haces, el manto gélido de la muerte te hará suyo.

Si realmente quieres regresar, busca un río. Tarde o temprano, llegarás a las arenas tibias del mar.

Sandman dijo...

Deja lo que estás haciendo. Siéntate. Reposa. Endereza tu columna. Relaja tus ojos. Mira al horizonte, sin enfocar nada en particular. Barre el infinito con la mirada apacible. Eres parte del Universo, hijo del Cielo, de la Tierra y del tiempo. Hermano del Sol y de la Luna. Tu vida tiene que ver con todo lo que ves. Eres parte de ello. Tienes todo para ser feliz así es que no busques nada más allá de ti.

Agradece al Altísimo todo lo que has vivido, todo lo que eres. Conéctate con tu corazón, siente tus latidos. Respira, escucha. Elévate y respira nuevamente.

Tu sonrisa iluminará el camino...

Sandman dijo...

Salta al precipicio. Arriésgalo todo y lánzate. Aunque todo en el exterior parezca indicar que morirás, inténtalo. La mano del Altísimo te recogerá en el último momento. Pasarás hambre y frío. Sentirás el horror apoderarse de tu piel durante la caída. Pero no dudes. Si lo haces, morirás. Confía en que nada te pasará.

Y aterrizarás suavemente

Sandman dijo...

Has estado demasiado tiempo en este lugar. El aire está enrarecido. Estás estancado, no fluyes. Tu entorno ya no te aporta nada nuevo. Debes, pues, marcharte en busca de nuevos amaneceres. Deja lo superfluo, lleva contigo sólo lo esencial. Tu corazón, tu espíritu y tu cuerpo son suficientes.

Ordena las cosas antes de irte. Cierra los círculos. No dejes cabos sueltos. Que tu partida sea natural, como el migrar de las grullas en invierno. No escapes. Simplemente abandona este lugar, esta situación. Vete. De seguro encontrarás nuevos compañeros de viaje.

Tal vez algún día regreses.

Del libro "EL ORÁCULO DEL GUERRERO"

PD: te daré uno cuando sea el momento, te quiero mucho amigo mío