miércoles, 22 de octubre de 2008

Soledad


¿Qué tan solos estamos en este mundo, en esta vida?
Creo que absolutamente solos.
Las cosas que hacemos - el trabajo, la escuela, la universidad - nos mantienen alejados de esta soledad. Pero basta que discutamos con alguien querido, o que lo perdamos, o tener una pena muy grande para comenzar a preguntarnos: "¿quién puede estar conmigo si no puede “estar” en lo que estoy pasando?"
Los más sensibles ha esto hacen más cosas: 12 ramos en vez de 5, muchísima vida social, cantidades de amigos-conocidos. Otros se embriagan - en diversos sentidos, con diversas "sustancias" - con demasiada frecuencia con tal de alejarse de la soledad. Pero todo esto es sólo un engaño. Basta con dejar un par de estas actividades para comenzar a notar que está ahí. Basta con un par de hora de “hacer nada” y aflora la sensación de pequeñez ante el universo.
Hay otros, por supuesto, que afrontan esta soledad como parte de la condición humana. Mal que mal, sufrimos lo nuestro por nosotros mismo, así como reímos, lloramos, disfrutamos y sangramos por un sin fin de cosas que nos afectan; y nadie puede hacerlo por nosotros. Sólo pueden pretender acompañarnos, pero al final, estamos solos.
Y solos es como caminamos esta vida, y la compañía, por muy placentera y sincera que nos parezca, es sólo un placebo.

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